La reconocida modelo y conductora Carolina «Pampita» Ardohain fue víctima de un robo en su vivienda de Barrio Parque, uno de los barrios más lujosos y resguardados de la Ciudad de Buenos Aires. El hecho ocurrió mientras Pampita se encontraba en el exterior, participando de un destacado evento de la marca Carolina Herrera en Madrid, España, al cual había sido invitada como embajadora. La noticia causó conmoción no solo entre sus seguidores, sino también entre los vecinos de la zona, alarmados por la creciente inseguridad a pesar del despliegue de vigilancia habitual en el barrio.
Según las primeras informaciones aportadas por fuentes policiales y medios especializados, los delincuentes habrían actuado con un notable nivel de preparación. Aprovecharon la ausencia total de habitantes en la casa, eligieron el momento preciso y, como primer paso, cortaron la energía eléctrica para desactivar el sistema de alarmas. Luego, ingresaron por el fondo de la propiedad, cuya parte trasera da a las vías del tren, evitando así ser detectados por los habituales controles de la cuadra.
Una vez dentro, los ladrones revisaron la vivienda con tiempo y lograron dar con la caja fuerte, de donde se llevaron dinero en efectivo, joyas y diversos objetos de valor. Entre los elementos sustraídos se encontraban también teléfonos celulares que, según la propia Pampita en diálogo con la prensa, contenían imágenes personales de su hija Blanca, fallecida en 2012, lo que representa una pérdida de incalculable valor afectivo. Por el momento no se han difundido detalles oficiales sobre el listado exacto de elementos robados, ya que la investigación sigue en curso.
Tras el robo, la Policía de la Ciudad inició un operativo de investigación que involucra el análisis de cámaras de seguridad tanto de la vivienda como del entorno, para intentar identificar a los responsables. La causa está en manos de la Fiscalía 48, a cargo del fiscal Eduardo Rosende. Los peritos no descartan que los delincuentes hayan tenido algún tipo de información interna o datos precisos sobre los movimientos de la casa, lo que refuerza la hipótesis de una maniobra planificada con antelación.
Este episodio se suma a otros casos de inseguridad sufridos recientemente por figuras públicas y vecinos de Barrio Parque, quienes, a pesar de las inversiones en seguridad privada y controles, se sienten expuestos ante este tipo de delitos. El caso de Pampita pone de manifiesto una problemática que inquieta a quienes residen en zonas tradicionalmente protegidas, pero que, como quedó demostrado, no están exentas del avance del delito.
