Maxi López sorprendió a todos con su inesperada decisión de abandonar «MasterChef Celebrity» apenas iniciada la nueva edición del ciclo culinario. El exfutbolista, conocido por su carrera internacional y su vínculo con Wanda Nara —con quien comparte hijos y también pantalla—, eligió poner fin rápidamente a su participación en el reality, generando revuelo tanto en la producción como entre los seguidores del programa.
Detrás de la salida prematura de López hay un combo de motivos personales y contractuales. En primer lugar, el exjugador de River y Barcelona acordó previamente con la producción su fecha de ingreso y egreso al certamen, una habilidad poco frecuente en un reality de competencia. Esta cláusula le permitió decidir cuándo sería eliminado y garantizar su retiro apenas cumpliera con sus compromisos pactados. Además, según pudo saber este periodista, Maxi recibió una suma de dinero considerable por su presencia fugaz, aunque aclaró que la razón principal fue su interés familiar: su prioridad era acompañar de cerca a su hijo Valentino, quien atraviesa una difícil lesión y debe ser operado.
Fuentes cercanas a la producción revelaron que López estaría presente en las primeras dos galas del ciclo, y luego dejaría el certamen con el argumento de que extraña a su familia en Europa. Allí lo esperan su pareja, Daniela Christiansson, embarazada de su segundo hijo, y su pequeña hija Elle, quienes residen en Inglaterra y aguardan su regreso.
Las cámaras no solo captaron las destrezas culinarias del exfutbolista, sino también la tensión que se vive en torno a su relación con Wanda Nara, conductora de la edición y protagonista de más de un cruce mediático reciente con López. De hecho, trascendió que hubo un desacuerdo económico entre ambas partes, ya que el pago prometido por Telefe no se hizo efectivo y López solo accedió a firmar luego de que Wanda interviniera directamente en la negociación. “Prometieron, pero no cumplieron, y la plata no aparece”, deslizaron fuentes consultadas.
Por último, más allá del show televisivo y las internas contractuales, el gesto de Maxi López tiene fuerte carga afectiva. En su regreso a la Argentina, el exfutbolista reconoció «estar feliz y disfrutando» tanto por el embarazo de su pareja como por poder dedicarse tiempo a sus hijos, especialmente tras la operación que afronta Valentino. De esta manera, su fugaz paso por MasterChef quedó marcado no solo por la polémica, sino por la decisión de priorizar la familia ante todo.
