Natalia Oreiro y la serie El Eternauta se alzaron con los codiciados Martín Fierro de Oro en la segunda edición de los premios de Cine y Series 2025, en una gala cargada de emoción y mensajes en defensa de la ficción nacional. La ceremonia, realizada en la Usina del Arte y transmitida en vivo por América TV, tuvo a la actriz uruguaya-argentina y a la producción de Netflix como grandes protagonistas de la noche, coronando un año de enorme visibilidad para el audiovisual argentino.
Minutos antes de la medianoche, Teté Coustarot y Luciano Cáceres fueron los encargados de abrir los sobres más esperados de la velada: los correspondientes a los Martín Fierro de Oro en cine y en series. Primero llegó el turno de la categoría series y el anuncio confirmó lo que muchos intuían: El Eternauta se quedó con el Oro, después de arrasar en las ternas técnicas y artísticas durante toda la noche. La adaptación del clásico de ciencia ficción de Héctor Germán Oesterheld, dirigida por Bruno Stagnaro y protagonizada por Ricardo Darín, venía de sumar premios en rubros como Mejor Serie Drama, Dirección, Fotografía, Edición y Guion, entre otros.
El equipo creativo de la serie subió al escenario en medio de una ovación y selló su consagración con un discurso atravesado por el agradecimiento al público y la defensa del trabajo local. Stagnaro y los productores remarcaron cómo la historia se instaló en el imaginario colectivo y volvió a conectar con nuevas generaciones, reivindicando una vez más la potencia de la historieta original y su relectura en clave contemporánea. También subrayaron que la ficción argentina cumple un rol fundamental en la construcción de identidad y que necesita ser apoyada y protegida en un contexto complejo para la industria.
Pocos minutos después llegó el anuncio que terminaría de encender la sala: Natalia Oreiro fue consagrada con el Martín Fierro de Oro en cine por su desempeño en La mujer de la fila. La actriz ya había subido antes al escenario para recibir el premio a Mejor Actriz Protagónica de Cine, pero el Oro la tomó por sorpresa y tardó unos segundos en reaccionar ante la mención de su nombre. Entre lágrimas y sonrisas, Oreiro improvisó un discurso íntimo y poderoso, en el que agradeció “a mí, que confié en mí y fui detrás de mis sueños siendo muy chica”, a sus padres, a la Argentina por darle “un hogar y una profesión” y a Uruguay por haberla formado como persona.
La protagonista de La mujer de la fila también tuvo palabras para sus maestros, sus compañeros de ruta y el equipo de la película, dirigida por Benjamín Ávila. Recordó a las mujeres reales que inspiraron el film y se emocionó al mencionar a su hijo, “orgulloso de la mamá que le tocó”, y a su compañero Ricardo Mollo, mientras el público respondía con una ovación de pie. Con el Oro en sus manos, Oreiro puso el broche emotivo a una noche en la que, entre premios, discursos y reivindicaciones, quedó claro que la producción audiovisual argentina atraviesa un momento de enorme vigor creativo, capaz de combinar éxito, identidad y compromiso social.
