Claudio Contardi, el empresario y expareja de la actriz y conductora Julieta Prandi, fue condenado este miércoles a 19 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Zárate-Campana, acusado de haber cometido abuso sexual agravado contra Prandi a lo largo de varios años. La sentencia se conoció tras un extenso debate en el que la fiscalía había solicitado una pena de 20 años, mientras que la querella, representando a Prandi, había reclamado la pena máxima posible de 50 años, argumentando la gravedad e irreparabilidad del daño sufrido por la víctima.
La audiencia comenzó pasadas las 11 de la mañana y se desarrolló sin la presencia de Prandi en la sala. Al finalizar la lectura de la sentencia, Contardi, que tenía prohibida la salida del país desde el viernes pasado, fue detenido y retirado esposado del tribunal. La condena implica su encarcelamiento inmediato por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado, tras un proceso judicial que estuvo marcado por testimonios de psicólogos, peritos y la propia víctima, quienes describieron el calvario vivido por la actriz durante casi una década de convivencia.
Según lo expuesto en el expediente y en los alegatos durante el juicio, los abusos habrían comenzado en 2015, tras el nacimiento del segundo hijo de la pareja, y se extendieron hasta 2018. Prandi denunció haber vivido situaciones de amenaza constante, control psicológico, violencia verbal y manipulación, al punto de que Contardi llegó a prohibir a la familia materna de la actriz el contacto con sus hijos y utilizó su condición de «pai» de la religión umbanda como estrategia de intimidación. Entre los episodios más perturbadores, se consignaron amenazas como «No vas a cumplir más años, vas a recibir una corona» o intentos de hacerle creer a Prandi que padecía una enfermedad terminal.
El proceso judicial no estuvo exento de tensiones. Durante el debate, el abogado defensor de Prandi, Javier Baños, insistió en la necesidad de una condena ejemplar y resaltó la peligrosidad del acusado. A pesar de ello, la solicitud de prisión preventiva previa al veredicto fue rechazada, aunque se mantuvo una restricción de acercamiento de 300 metros respecto de la denunciante. Por su parte, la defensa de Contardi intentó anular el proceso, pero su pedido fue desestimado por el tribunal.
El caso de Julieta Prandi tomó trascendencia pública y fue acompañado de expresiones de apoyo de organizaciones y referentes sociales, que destacaron la valentía de la víctima al denunciar el calvario vivido. «Lo que vivió Julieta es inenarrable», sostuvo su psicóloga en una de las jornadas del juicio, mientras que la propia Prandi declaró: «Me robaron años de vida: fue un calvario» y reclamó una condena ejemplar para que episodios de este tipo no queden impunes. La sentencia de 19 años a Contardi sienta un antecedente relevante en la lucha contra la violencia de género y los abusos sexuales en el ámbito familiar.
