Eugenia «La China» Suárez decidió poner un freno en su estadía junto a Mauro Icardi en Turquía y anunció su retorno a la Argentina por una causa impostergable. Tras semanas en Estambul, donde se la vio en reiteradas ocasiones acompañando al delantero del Galatasaray en medio de la pretemporada, la actriz optó por regresar para cumplir con compromisos laborales que no podía posponer.
Los días de la pareja en tierras turcas no estuvieron exentos de exposición ni de rumores. Las escapadas románticas por la costa del Bósforo, compartidas en redes sociales con imágenes en yate bajo el sol turco, marcaron el costado más mediático del vínculo, ajenos —al menos públicamente— a los múltiples comentarios y especulaciones que circundan tanto a la actriz como al futbolista. Sin embargo, puertas adentro, habría habido tensiones derivadas de pedidos y exigencias que generaron más de un murmullo en el club.
Según trascendió, La China le solicitó firmemente a Icardi mudarse del exclusivo barrio de Göktürk, donde él vivió durante años con su ex pareja, Wanda Nara. La razón, explicaron fuentes cercanas, tendría que ver con cuestiones de energía y recuerdos: “No quiero estar donde viviste con Wanda, con tu ex”, habría sido el planteo de la actriz, quien prefirió evitar compartir los espacios que alguna vez fueron de la familia anterior del futbolista. Este pedido no fue un simple comentario entre la pareja: Icardi lo habría trasladado como exigencia al Galatasaray, buscando mudarse a un sector aún más exclusivo de Estambul, lo que no cayó del todo bien entre los directivos del club turco.
A la par de estas internas, el club Galatasaray monitorea de cerca el presente de su figura argentina. Tras la larga recuperación por la lesión de rodilla que lo alejó más de ocho meses de las canchas, el delantero debió incorporarse con puntualidad a los entrenamientos y enfrentar el descontento de algunos hinchas y autoridades, molestos por sus repetidas licencias y ausencias. La relación de Icardi con el entorno institucional parece marcada por el desgaste y ciertas licencias que los dirigentes ya no están dispuestos a conceder con la facilidad del pasado.
Para La China, el regreso a Buenos Aires está motivado por cuestiones de índole profesional, pero también podría significar un tiempo de distancia de las polémicas que rodean a la pareja en Turquía. La actriz busca así retomar sus proyectos y retomar el ritmo de su carrera, mientras el futuro deportivo y personal de Icardi, entre mudanzas y pedidos que incomodan, permanece bajo la lupa de los medios tanto locales como internacionales.
