Marcelo Tinelli hizo su muy esperado debut en el streaming argentino con «Estamos de paso», el nuevo programa que encabeza en el canal Carnaval Stream, una señal que reúne figuras como Jorge Rial, Viviana Canosa y Alejandro Fantino. La transmisión, que tuvo lugar el martes a las 20 horas, contó con un equipo compuesto por amigos y familiares del conductor, incluyendo a su hija Candelaria Tinelli, su primo Luciano «El Tirri», Pachu Peña, Sabrina Rojas, Federico Bal, Carla Conte, Sebastián Almada y el imitador Iván Ramírez. Inspirado en el histórico Videomatch, el ciclo apuesta por el humor, los sketches y la interacción en vivo, pero en un formato completamente digital.
La apertura del programa fue tan teatral como nostálgica: Tinelli, vestido íntegramente de negro, apareció paseando a su perro en el parque, justo antes de protagonizar una escena surrealista en la que un asteroide amenaza con impactar la Tierra y su clásico alfajor cae al suelo. En ese clima de guiños al pasado, se sumó Mario Pergolini, otro histórico rival de la televisión, para darle un toque de comedia a la introducción. Esta puesta en escena fue el puntapié inicial de una noche que prometía reunir lo mejor de la escuela del viejo ShowMatch con la frescura del streaming.
El arranque fue prometedor desde lo numérico: antes de iniciar la transmisión ya había más de seis mil personas a la espera, y cuando Tinelli apareció en pantalla, la audiencia alcanzó los 20 mil espectadores en simultáneo, llegando a picos de hasta 85 mil usuarios conectados mientras el programa estaba al aire. Sin embargo, tras el entusiasmo inicial surgió la polémica por la cantidad inusual de espectadores registrados en YouTube incluso después de terminado el programa. Varios usuarios en la red social X (antes Twitter) denunciaron que, cuando el ciclo ya había finalizado, el contador seguía mostrando 80 mil personas conectadas viendo solo imágenes con música de fondo, lo que desató especulaciones sobre la posible utilización de bots para inflar las cifras de audiencia.
Las redes sociales estallaron con críticas y comentarios irónicos sobre el supuesto uso de bots. Algunos usuarios y periodistas como Flor de la Ve y Débora D’Amato no dudaron en calificar el suceso como un “fracaso” y sugirieron que los números reales de audiencia distaban mucho de los que se mostraban públicamente. Flavio Azzaro y Grego Rossello, figuras del mundo streaming, también pusieron en duda la legitimidad de los espectadores y alertaron sobre el peligro de recurrir a estas prácticas en un formato que, justamente, se jacta de medir «genuinamente» la repercusión de una transmisión en vivo.
Más allá del revuelo, el primer episodio de «Estamos de paso» mantuvo el estilo propio de Tinelli: anécdotas personales, bromas internas y guiños a la familia y a la historia de la televisión argentina. El conductor se animó a dar su opinión sobre temas actuales, como las transmisiones en vivo de científicos del CONICET y, para sorpresa del público, recibió a un imitador del presidente Javier Milei, sumando una cuota de actualidad política a su repertorio humorístico. El cierre tuvo tintes íntimos y familiares, cuando Candelaria Tinelli compartió una divertida anécdota sobre las fiestas en su casa, exponiendo la faceta más egocéntrica y musical de su padre.
El debut de Tinelli confirma la tendencia de las grandes figuras televisivas a probar suerte en plataformas digitales, aunque no exento de polémicas y desafíos. En esta nueva etapa, el desafío para «El Cabezón» será sostener el interés de una audiencia cada vez más volátil y exigente, y demostrar que su estilo puede adaptarse, con éxito, al universo cambiante del streaming argentino.
