Susana Giménez, la emblemática figura de la televisión argentina, está lista para regresar a la pantalla, pero no lo hará en los canales tradicionales de aire que la consagraron, sino a través de la plataforma de streaming Prime Video. La diva de los teléfonos será la anfitriona de la segunda temporada de «LOL: Last One Laughing Argentina», la adaptación local del exitoso formato internacional que ya causó furor en diversos países. La nueva edición del ciclo estará disponible desde el 12 de septiembre, marcando el retorno de Susana a la conducción luego de varios años de ausencia.
El programa desdoblará su lanzamiento en dos partes: los primeros tres episodios se podrán ver a partir del 12 de septiembre, mientras que los tres restantes estarán disponibles una semana después, el 19 de septiembre. En total, la temporada constará de seis episodios, que se estrenarán en más de 240 países, lo que le da un alcance verdaderamente global a esta propuesta de humor argentino.
Esta vez, Susana Giménez no estará sola. La acompañará Darío Lopilato como coanfitrión, quien toma el relevo de Grego Rosello, co-conductor en la primera edición. El formato del reality mantiene su dinamismo y exigencia: diez comediantes deben convivir durante seis horas en una sala con el objetivo de hacer reír a sus colegas sin reírse ellos mismos. El último en reír, será el ganador, combinando nervios, creatividad y una enorme variedad de estilos de comedia, desde el stand-up y la improvisación hasta el humor físico y los personajes.
La lista de participantes para esta temporada reúne a figuras históricas del humor nacional y a nuevos nombres surgidos de las redes y el circuito alternativo. Entre los confirmados se destacan Pablo Granados, Marina Bellati, Nazareno Mottola, Dani “La Chepi”, Pachu Peña, Fabio Alberti, Lucas Upstein, Martín Rechimuzzi, Juli Savioli y Alex “Pelao”. Esta diversidad de trayectorias y generaciones busca enriquecer el show con un cruce de estilos que promete grandes sorpresas y risas aseguradas.
El regreso de Susana genera altos niveles de expectativa no solo por su presencia magnética, sino también porque se produce en un contexto en el que las plataformas digitales reconfiguran la manera de consumir entretenimiento. La conductora se reinventa y se conecta, una vez más, con una audiencia que abarca a varias generaciones, consolidando su lugar de privilegio dentro de la cultura popular argentina y demostrando una extraordinaria vigencia de más de seis décadas frente a las cámaras.
