Lionel Messi volvió a sorprender al público porteño con su presencia en la emblemática Avenida Corrientes. Este lunes por la noche, el capitán de la Selección Argentina se acercó al teatro Lola Membrives para presenciar «Rocky», la aclamada obra protagonizada y dirigida por su amigo, Nicolás Vázquez. La expectativa se apoderó del aire apenas se supo que el astro rosarino estaba entre los presentes, desatando un auténtico revuelo luego de finalizada la función.
La visita de Messi no es casual: mantiene una relación de amistad de años con Vázquez, vínculo que ya lo había llevado a disfrutar de otros proyectos teatrales del actor, como sucedió en 2023 con la comedia «Tootsie». En esta ocasión, la presencia de Leo cobró especial relevancia, dado que se da a días de lo que podría ser su despedida formal de las canchas argentinas, antes del inminente partido contra Venezuela. Aprovechando esta pausa en su apretada agenda, decidió acompañar a uno de sus amigos más cercanos y, de paso, disfrutar del espectáculo que es furor en la cartelera local.
El público, ante la inesperada aparición, no dudó en ovacionarlo. Tanto dentro del teatro como en su salida, se escucharon aplausos y gritos de aliento: «¡Dale, campeón!» fue el cántico más repetido entre quienes se encontraban en la puerta del Lola Membrives. Las redes sociales se poblaron de fotos y videos del futbolista saludando tímido a los presentes, acompañado por Vázquez, quien no ocultaba su alegría por el apoyo recibido de su amigo en un momento personal especialmente significativo. No faltaron mensajes de sorpresa y agradecimiento de los espectadores, varios de los cuales aún no salían de su asombro por haber compartido una noche de teatro con el ídolo nacional.
La obra «Rocky», estrenada en junio de este año, es una adaptación teatralizada del exitoso film de Sylvester Stallone y narra la inspiradora historia de Rocky Balboa, un boxeador de clase baja que enfrenta la oportunidad de su vida ante el campeón mundial Apollo Creed. La puesta en escena, a cargo de Nico Vázquez y Mariano Demaría, fue elogiada por la calidad de la producción y la intensidad de las actuaciones, que logran transmitir el espíritu de superación y resiliencia que define al icónico personaje. El propio Messi se mostró entusiasmado, asegurando que había vivido «una gran noche» y destacando la emoción de acompañar a su amigo en un proyecto tan ambicioso.
Sin dudas, la visita de Messi le aportó a la noche una dosis adicional de emoción y color, y reafirmó no solo el apoyo entre figuras destacadas del deporte y la cultura argentina, sino el magnetismo que el futbolista genera incluso fuera de los estadios. Más allá de los flashes, ovaciones y anécdotas, queda para el recuerdo un instante en el que el teatro y el fútbol se encontraron, celebrando la amistad y la pasión que ambos despiertan entre el público argentino.