En su vuelta a la casa de Gran Hermano, Furia no dudó en lanzar duras críticas hacia La Tora, dejando claro que la rivalidad sigue viva.
En un inesperado giro dentro de la casa de Gran Hermano, Furia regresó por 24 horas y aprovechó la oportunidad para expresar su descontento hacia La Tora. La ex participante, cuya salida del reality fue polémica, volvió con una lista negra en la que figuran diversas personalidades del espectáculo y la televisión que la criticaron durante su estancia en el programa. Entre los nombres más destacados se encuentra el de Lucila Villar, conocida como La Tora.
Tras su salida del reality, Furia fue informada por su hermana Coy sobre todo lo acontecido en el exterior. Coy le proporcionó detalles precisos y hasta una lista de personas que se habían manifestado en su contra, incluyendo a figuras como Ángel de Brito, Georgina Barbarossa y Diego Poggio. Sin embargo, fue La Tora quien recibió la mayor cantidad de críticas de parte de Furia.
En un video revelado este miércoles, se observa a Furia en la cocina de la casa, donde mantiene una conversación con Emma sobre la reciente visita de La Tora. Sin tapujos, Furia cuestionó la presencia de Villar en el reality: «¿Por qué entró la mugrosa de La Tora? ¿Nos ve alguien? Este es tu Gran Hermano, es el Gran Hermano nuestro, nosotros somos épicos, el resto no sé quiénes son».
Las palabras de Furia reflejan la profunda antipatía que siente hacia La Tora, a quien considera una de las principales instigadoras de los conflictos dentro del programa. Este enfrentamiento dejó en claro que la entrenadora de crossfit no está dispuesta a olvidar las ofensas ni a perdonar a quienes considera responsables de sus malos momentos en el reality.
La situación ha generado un gran revuelo entre los seguidores del programa, quienes han tomado partido en esta disputa. Algunos defienden a Furia, destacando su autenticidad y fortaleza, mientras que otros apoyan a La Tora, valorando su postura contra la violencia en el reality.
Este episodio demuestra que Gran Hermano sigue siendo un caldo de cultivo para las controversias y los enfrentamientos, manteniendo a la audiencia al borde de sus asientos y generando conversaciones en las redes sociales sobre las actitudes y comportamientos de sus participantes.