En una noche llena de tensión y emociones, la casa de Gran Hermano se vio envuelta en una gala de eliminación que dejó a todos con la boca abierta. Después de una semana intensa, donde la dinámica de las duplas y las alianzas se vieron constantemente cuestionadas, el público finalmente decidió quién sería el nuevo eliminado.
La gala, conducida por el inigualable Santiago del Moro, llegó a su vigésimo quinta entrega con una placa compuesta por cuatro participantes. Este formato, que ha generado gran expectación, salvó a dos duplas en su última edición, dejando a cuatro contendientes en una lucha desesperada por seguir en la competencia. Entre ellos, se encontraban Eugenia, Katia, y sus respectivos acompañantes, así como Sandra y Andrea, y Selva y Chiara.
En un giro inesperado, el conductor anunció la «salvación» de Eugenia y Katia, lo que dejó a Selva y Sandra con sus respectivas acompañantes como finalistas absolutas.
La eliminación se produjo en medio de una atmósfera cargada de emociones, donde los participantes y los espectadores se encontraban ansiosos por conocer al nuevo eliminado. La decisión del público fue clara: Selva y Chiara se mantuvieron en la competencia, mientras que Sandra y Andrea fueron quienes debieron abandonar la casa.
Este episodio de Gran Hermano no solo marcó un punto importante en la competencia, sino que también reflejó la intensidad y la pasión que caracterizan a los participantes en este reality. Con solo unas pocas semanas restantes, los espectadores están ansiosos por ver quién será el último en quedarse en la casa y quién se proclamará ganador de esta edición de Gran Hermano.