El reconocido periodista aclara los motivos detrás de su inquietante mensaje en redes sociales y tranquiliza a sus seguidores.
La incertidumbre se apoderó de muchos seguidores cuando Oscar González Oro compartió un mensaje en redes sociales que insinuaba un tono de despedida. Sin embargo, el periodista tomó la iniciativa de abordar la situación y ofrecer una explicación que ha dejado a muchos aliviados.
El martes por la noche, las palabras de González Oro generaron conmoción y especulaciones. Había mencionado sentir que «el final estaba cerca» y, aunque no se arrepentía de su vida, confesaba sentirse «cansado y triste». Amigos y colegas se movilizaron para asegurarse de su bienestar, especialmente considerando que su aparición televisiva había sido aparentemente positiva apenas días atrás.
Ante la marea de preocupación que su mensaje provocó, el periodista decidió dar un paso al frente y ofrecer aclaraciones a través del mismo medio que había causado la agitación. «Estoy bien. Fue un fuerte ataque de angustia sin ningún motivo pero aquí estoy, tranquilo. Estoy escribiendo y eso no siempre es bueno, moviliza rincones que estaban a oscuras y ayer eso no me hizo bien. Simplemente eso. Gracias», escribió, brindando un respiro a sus seguidores preocupados.
Desde el programa de Carmen Barbieri, recibieron un mensaje adicional para profundizar en la situación. González Oro relató: «Ayer no la pasé bien, se me paralizó la mitad del cuerpo, vino el médico, me dijo que era angustia… no sé por qué porque estaba mirando una serie, no discutí con nadie, no me pasó nada… no sé». Este episodio refleja una lucha interna que aparentemente va más allá de las circunstancias visibles.
Este no es el primer momento de dificultad para González Oro. Hace unos años, una estafa de alguien cercano lo afectó profundamente, desencadenando una crisis de angustia que logró superar. Ahora, parece que hay cuestiones más profundas y enigmáticas que influyen en su bienestar emocional. Su valiente apertura sobre sus luchas internas resalta la importancia de la salud mental y muestra que, incluso en medio de la fama, todos enfrentamos nuestras propias batallas.
