La correntina, décima participante en salir de la casa. De alto perfil, se ve con futuro como actriz.
Recién salida de la casa más famosa, Coti Romero despierta tanta polémica como lo hacía durante su estadía adentro. La participante correntina, para algunos una de las mejores jugadoras de esta edición de Gran hermano, salió por el 67,35 % de los votos del público y se convirtió así en la décima eliminada del reality de Telefe.
«Adentro todo fue una locura, todo se aumenta y al salir me estoy dando cuenta lo excesivo que es todo», dice Coti Romero que, con apenas 20 años, genera amores y odios por igual entre los seguidores del programa, debido a su juego fuerte y al hueso.
Coti asegura que pudo separar, durante casi todo el tiempo de encierro, entre personas y jugadores, algo que otros no lograron o al menos, no quisieron hacer. Y eso le valió unas cuantas críticas. «Intenté separar el juego de la persona, pero a veces van a de la mano», asegura. Sin embargo, no fue sencillo en algunas situaciones, sobre todo en sus últimos días adentro de la casa.
La difícil convivencia
«Aguantar ciertas actitudes de algunas personas, fue duro porque estando ahí no te podés alejar, te lo tenés que bancar y al final te afecta», cuenta. «Me refiero al grupo que armaron Alfa, Romina, Julieta y Daniela y que lo tenía en contra. A las chicas las entiendo que no les gustara mi jugada (les hizo una nominación espontánea), pero no soy una mala persona, lo hice como parte del juego», dice.
Y agrega: «Por eso, a pesar de los comentarios que hicieron sobre mí, no pienso mal de ellas como personas, trato de entenderlo». La excepción, dice Coti, fue con Alexis, el Conejo, su novio dentro de la casa. «A él, primero me acerqué por el juego y me terminé enamorando. Y no me arrepiento», aclara sobre su relación con el cordobés.
La correntina todavía no se cruzó con nadie en la calle para saber cómo es la reacción del público hacia ella, ya fuera del juego, pero sí hay un termómetro que son las redes sociales. «Muchos me tiran hate (mensajes de odio), pero también me están llegando un montón de mensajes lindos que me llenan el corazón y estoy re contenta», dice.
Un claro ejemplo de lo que Coti generó en esta edición de Gran hermano se traduce en su cuenta de Instagram que, al entrar al reality contaba con 108 mil seguidores y ahora tiene un millón, superando incluso a la cuenta oficial del programa.
Conciente de las críticas que recibió por jugar fuerte y, supuestamente «traicionar» al grupo de las chicas (Julieta, Romina y Daniela), Coti no tiene dudas: «Si hablan bien o mal de mí, al menos hablan», dice. Y eso va de la mano con cumplir su sueño de hacerse conocida y trabajar en los medios.
Un futuro posible
Entre las más jóvenes de esta edición, Coti dice: «Antes de entrar tenía un poco de miedo, no sabía cómo me iba a ir. Pero confié en Dios», cuenta. A la participante se la vio siempre con un rosario en la mano, rezando más de una vez y pidiendo señales divinas para orientar su juego.
«Soy muy creyente y eso me reconfortó en varios momentos. Sé que algunos me criticaron por eso, por pedir señales, pero Dios me las dio y lo que pasó con el juego no va en contra de la religión o de ser una buena persona», destaca. La participante no dejó de generar contenido, entre eso muchos memes, y hasta le hicieron un tema con muchas de sus frases.
Polémica, el paso de Coti por la casa tuvo muchos frentes y en todos llamó la atención, entre ellos en su relación con Alexis, con quien muchas veces se mostraba muy celosa. «Lo de los celos lo sobreactué un poco para desviar la atención hacia eso y que no vieran tanto mis estrategias como jugadora. Creeme que no soy tan así», plantea.
Con respecto a su pareja, a Coti le gustaría que el Conejo ganara el reality, «pero ahora lo veo difícil. Igual le voy a mandar fuerzas y voy a rezar por él», cuenta. «Me ponen mal algunos comentarios desubicados sobre nosotros, pero también sé que hay un fandom (grupo de fans) de la pareja y eso me hace bien». Y asegura: «Sé que nos esperan cosas hermosas juntos».
Aunque ya no hay posibilidad de repechaje, Coti no pierde la fe en volver a entrar. Y anuncia: «La esperanza es lo último que se pierde, quién te dice si no puedo entrar de nuevo y ahí se prende fuego todo».